viernes, octubre 16, 2009

Escándalo en El Molinar




Hay un grupo de investigadores que anda suelto por Alcoi para analizar el pasado, el presente y el futuro del textil en la ciudad, sus componentes sociológicos y sus particularidades. Les fascina las relaciones humanas que se establecen en torno a la industria y la filà, por ejemplo, o los vocablos que provenientes del textil, forman parte de nuestro idioma peculiar (ja saben, això de no perdre passà, o això està de fil de vint). Pero aquello que más les ha fascinado por encima de entradas morocristianas y demás atractivos alcoyanos, ha sido el ‘yacimiento del Molinar’. Entrecomillo porque eso ya no mes ni yacimiento ni nada. Me costa que se organizan visitas guiadas y vuelos especiales para ver los restos (cobijados en museos vivos) de la revolución industrial en Gran Bretaña. Y me consta que lo que allí tienen no es ni la mitad de lo que se pudre cerca de la Venta Saltera. Los investigadores del programa Sphere estuvieron en Alcoi, y tras un rato de entrada mora, se escaparon para ver de nuevo el Molinar. Estaban fascinados, enganchados y sorprendidos de lo que allí presenciaban. Y nosotros, lo dejamos morir. En fin.
Recuerdo que en el libro de Sociales de 6 u 8 de EGB aparecía Alcoy como la cuna de la revolución industrial. Tanto que fuimos y ahora… ¡Qué pena!
Hace un par de sábados traté de hacer la ruta del Molinar. El shock fue terrible. En primer lugar por la dejadez, por los arbustos que lo invaden todo. En segundo lugar, porque los caminos han desaparecido por culpa de las obras de la autovía. En tercero, porque la fábrica dels Soler, rehabilitada, tiene el tejado apedreado y las puertas abiertas pidiendo a los vándalos marcha y más marcha. Y quinto, por las obras de la autovía. ¿Era preciso que la carretera pasara a 5 metros ( no exagero ) de la cúpula del Molinar? ¿Era preciso cargarse el pequeño malecón en el que nos bañábamos en primavera cuando Pau, Pep, Marcos, Jordi & compañía nos fugábamos del instituto? Yo que soy pro-autovía, me he venido abajo con lo que he visto. Me quise encadenar al Molinar para que no avanzaran las obras, pero es demasiado tarde.
Y la dejadez y la indiferencia y la desidia… es la respuesta. Orgullosos de nuestro pasado, tantos libros publicados, conferencias y sacar pecho. Tanta alcoyanía irritante para dejar el Molinar caer como un castillo de naipes.
Es sábado 17 de octubre de 2009, día 1 en mi lucha por la recuperación del Molinar. Soy un mindungui, pero no pararé hasta que no se recupere el Molinar como toca. Y si me tengo que encadenar, lo haré.