viernes, junio 28, 2013

ACEITE MASIA EL ALTET, campeón del mundo en Japón, China, Israel y Estados Unidos



Acumula 31 premios en el primer semestre de 2013


·         Se ha impuesto en uno de los más complicados, el BEST OF CLASS en Nueva York, compitiendo con 700 aceites

ACEITE DE OLIVA VIRGEN MASIA EL ALTET continúa cosechando triunfos mundiales en todos los concursos en los que participa. Además de la satisfacción personal y la consolidación de la marca, lo cierto es que los galardones confirman la excelencia del producto y la calidad suprema de las aceitunas cultivadas entre los parques naturales de Mariola y Font Roja, en Alcoy, así como el producto final: el aceite de oliva virgen.

MASÍA EL ALTET es el mejor aceite que se produce en el planeta. Su sabor, color, textura y aroma lo corroboran rápidamente. También los varios centenares de concursos en los que se ha impuesto y repartidos por aquellos lugares en los que se normalmente de cosecha y embotella el mejor aceite. MASIA EL ALTET triunfa en las plazas más complicadas y posiciona su dominio en las regiones y países tradicionalmente dominantes en el cultivo del aceite de calidad suprema.

ACEITE DE OLIVA VIRGEN MASÍA EL ALTET presenta en cada concurso cuatro variedades de oliva vírgenes extra: Dos de ellos son COUPAGE o BLEND, y los otros dos son Monovarietales.
Cada vez es más difícil competir e imponerse en los concursos por la calidad de los caldos y por la proliferación de marcas perfectamente gestionadas y presentadas a esos premios.

En los concursos internacionales y nacionales cada aceite se contrasta en competición con otros aceites de su misma intensidad de frutado (intensidad aromática). Por lo general hay tres categorías “Frutado Intenso”, “Frutado Medio” y “Frutado suave”. Así pues, MASÍA EL ALTET ha conseguido triunfar, más bien arrasar en plazas tan complejas como China, Japón, Estados Unidos o Israel, es decir, en los concursos de mayor nivel y de mayor presencia internacional. 
En los últimos concursos, MASÏA EL ALTET ha arrasado en:

-         Premio OIL CHINA: 2 medallas de oro y dos de plata.
-        OIL JAPON: 3 oros y una plata.
-     TERRA OLIVO de ISRAEL: 3 GRAND PRESTIGE GOLD y 1 PRESTIGE GOLD
-         LOS ANGELES, Estados Unidos: 2 medallas de oro y una de plata.
-         NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS. Uno los aceites de MASÍA EL ALTET ha conseguido de entre 700 candidatos el BEST OF CLASS como monovarietal.

Con estos galardones, MASÍA EL ALTET acumula en los primeros 5 meses de 2013, un total de 32 premios.

Para conocer al detalle los secretos de los aceites de MASIA EL ALTET, les recomendamos que visiten la web: http://www.masia-el-altet.com/ en la que se puede averiguar por qué razón sus aceites son irremediablemente los mejores del planeta.



Masía el Altet S.L 
Finest Extra Virgin Olive Oil
C/Ramón y Cajal 6, 1º  Ibi-Alicante 03440
Phone: +34965550705 Fax: +34966550013 
Mobile: +34606371360
Web: www.masia-el-altet.com
E-Mail: info@masia-el-altet.com


sábado, junio 22, 2013

Dinà dels Navarros

martes, junio 11, 2013

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viernes, enero 25, 2013

Periodismo en Jaque


natxo lara

He escuchado la misma cancioncilla casi desde primero de EGB (aún no me aclaro con las primarias, ESO, secundarias, etc…) de padres, profesores y directores de centro. ‘Hay que especializarse’. Olvídate de tocar varios palos, de estudiar varias cosas, céntrate, sé el mejor en algo y cuanto más raro mejor. Ya de jovenzuelo me interesó el Periodismo, y haciendo caso a todos ellos opté por la rama del Periodismo Literario, una especialidad única y que sólo se estudia en Barcelona. Más tarde, ya en los medios, opté por la enrevesada economía. Nunca fui de números, de hecho, aún hoy me cuesta resolver con éxito una regla de tres. Pero conseguí desvelar –más o menos- los secretos macroeconómicos a modo usuario/periodista. La cancioncilla siguió siendo la misma: Especializarse. Por eso me embarqué en el doctorado y conseguí conocer al centímetro  cada película de Berlanga. Mi cabeza está llena de interpretaciones antropológicas de la visión y el reflejo de la Sociedad del maestro valenciano y, quién lo iba a decir, incluso imparto conferencias en Universidades y otras entidades sobre Luis García Berlanga. Tras 20 años de profesión periodística comienzo a comprender de qué va esta profesión y me podría (todo lo digo con humildad) considerar un madurito capaz de identificar y producir una posible noticia con éxito. Después llegó el fútbol y el asesoramiento en materia de comunicación. He aprendido sí, mucho, y siguiendo las indicaciones del profe de San Roque, del Pare Vitoria y la UA de Barcelona, me he especializado ‘de la hostia’. ¿Eso era lo que tenía que hacer, no? Con los 40 recién cumplidos, comienzo a leer y a escuchar acerca del concepto de ‘polivalencia’ y ‘amplitud de miras’.
En el 2012 se destruyeron 6.000 empleos periodísticos y la sangría continua. Las empresas periodísticas cierran o se quedan con becarios por culpa de la dichosa crisis pero también de aquellos que adquirieron un periódico o un grupo mediático como capricho, como inversión o para intentar controlar a los políticos de turno. Mientras hubo bonanza hubo publicidad y beneficios. Ahora que no hay nada de eso, la prensa no da dinero y ha sido abandonada como un perrito el 1 de agosto en la carretera secundaria más cercana. El panorama es tremendo y es ahora cuando recuerdo a aquellos que me pedían especialización. Porque puede que de nada me sirva ser un periodista especializado y formado, porque en realidad, no sería capaz de llevar la contabilidad de una tienda, negociar con proveedores de un bar o colocar un enchufe en la cocina. Por eso mis compañeros se van fuera, porque se han especializado, saben mucho, pero no gozan de sentido común universal: Ese sentido común universal que te enseña –seguramente en la calle- a tratar con un negociante sin que ‘te sepa mal’ apretarlo en los márgenes, a conducir con pericia peliculera para llegar lo antes posible a un sitio para entregar un paquete, o a llegar a la oficina de empleo y decir: ‘Déme trabajo, de lo que sea’. Eso para nuestra generación es imposible. Porque no sé hacer otra cosa que noticias.