martes, mayo 20, 2008

Me gusta Japón

Es un país terriblemente curioso este el de Japón. Parece que la gente no tenga sangre. Comen en una hora e incluso de pie. Sonrien bien poco y no hacen más que agachar la cabeza.

Son el number 1 del mundo y no se cansan de decirlo. Menuda mezcla: japonenes y alcoyanos. Tienen una especie de complejo de inferioridad. Todo lo han inventado ellos (menos el plis play -de momento-) y lo que no inventaron, lo copian. Me explico. Como los franceses tienen la torre Eiffel, ellos construyen una idéntica pero más alta. Conducen por la izquierda, pero una guía nos insiste en que no tiene nada que ver con los britànicos. Según ella, se ha heredado de la tradición de los samurais, que iban por la izquierda para no rozar con sus espadas. Otro guía me dice que eso es un cuento y que los ingleses claro que tienen que ver.

No quieren saber nada de los americanos, pero los miran de reojo y quieren ser como ellos. Todo es limpio y ordenado. En la calle sólo se puede fumar en 'smoking points'... si, en plena calle. Los taxistas tienen GPS, pantallas plasma de tv y todo tipo de pijadas electrónicas.

Su economía es de las más potentes del mundo. Eso es así porque trabajan mogollón de horas e investigan un güevo. Además, no dejan entrar mucha mercancía externa. Ese proteccionismo es brutal, y eso que tienen a sus primos -a los que consideran subnormales- los chinos al lado.

No tienen inmigración, y esconden todo lo que pueden que tienen muchas centrales nucleares, prostición a manta y suburbios fuera de Tokio.

La religión es otro asunto extraordinadio. Son budistas y sintroistas. Se diferencian en que los segundos, cuando van a rezar dan una palmadita para llamar la atención del Dios. En su templo, la gravilla del suelo la ponen para que cuando andes escuches su ruido y por tanto, te recuerde que estás un un lugar santo.

Hablan inglés peor que yo y comen muy sano. Por eso viven 10 años más que nosotros.

En definitiva, un país cojonudo, pero son un coñazo con sangre de horchata. Este martes han probado el herbero y la pericana alcoyana. ¿Cambiará el destino de su historia tras este acontecimiento alcoyano-japonés?

3 comentarios:

Alex Carcelén dijo...

Malparits! Vosaltres, no els japos.

Txema dijo...

Vius millor que vols

Txema

Gilito dijo...

Crec que en el dinar eixe te tenim en octubre deurieu posar sushi al costat de la mojama...