Carta a mi abuela por su 90 cumpleaños

Querida Julieta, querida abuelita.

Unas pequeñas palabras para homenajear semejante gesta, la gesta de cumplir 90 años con esa cabecita tan clara y esa hiperactividad capaz de sacar de sus casillas al más tranquilo y también de convertirte en la más entrañable.

Lo tuyo tiene mérito. Crear una familia de la nada y reunirla aquí un domingo de junio! Recuerdo cuando hace poco visitabas mi nueva casa y te empeñaste en subir casi hasta el último piso. 68 escalones para los que no lo sepan. Julieta es la més cabota y decidida del mundo. Ella tiene que estar en todo, comprobarlo todo y mandar sobre todo. Quizás ese sea el secreto de su éxito: no conformarse con poco e intentar abarcarlo todo. Decía que recordaba el otro día en El Globo cuando me contaste esas historias de tu infancia, de tu juventud y tu madurez. Una guerra en tus carnes… Una Guerra Civil superada con sus dosis de traiciones, injusticias y hambre. Y luego crear una familia i pedreta a pedreta un imperio con hijos, nietos y biznietos. Todos tenemos mucho que aprender. Aprender a gestionar con éxito una economía doméstica, aprender a mandar y a mantener el orden con respeto.

Julieta está al loro de todo y es una caja infinita de sabiduría. No siempre está acertada, pero es de esas abuelitas que te suelta una verdad que no quieres escuchar o que te sorprende con un razonamiento ultra moderno que te deja sentado y boquiabierto. Julieta es moderna y no tiene pelos en la lengua.

La de 90 años es una cifra mágica por la que pagaríamos todos millones por llegar. Y lo mejor, llegar con esa presencia. Porque Julieta, la señora Julieta sigue coqueta y presumida.
Sabéis de mi respeto por las personas mayores y mi devoción por Julieta la de Juanito, la de l’Almàssera, la de Jornet. Por eso es doblemente importante este día y que estemos todos aquí por ella. Porque las personas mayores están indefensas y faltas de fuerzas ahora. Pero en el pasado decidieron tener descendencia y cuidarnos, y sacrificarse porque estudiaran sus hijos en tiempos difíciles en los que era más fácil y lógico enviarlos a la fábrica a trabajar. Ahora somos fuertes, pero nos apagaremos con los años, y corremos el riesgo de quedar solos u olvidados. Y esa injusticia no tiene perdón. Y de ahí mi reivindicación para las personas mayores a las que se lo debemos todo.

Acumulamos millones de recuerdos de Julieta a lo largo de nuestros años: Avisándonos de que los pajes de los Reyes han correteado por el porchi de su casa seguramente cargados de paquetes; movilizando a medio vecindario para el amasado de las madalenas de tota mida, paseando por la playa hasta el Riuet o preparándome una intensa merienda de leche con cola cao y bocata de mantequilla con trocitos de chocolate puro.

Queremos homenajear a la abue por todo lo que le ha tocado vivir, las pérdidas de seres queridos tan inesperadas y desafortunadas… pero también por todo lo que ha construido, los tabiques que ha levantado y los que piensa tirar, por la familia que ha traído al mundo y por su fuerza vital. Esa fuerza se contagia y nos ayuda a vivir un poco más contentos.

Así que, Julieta, gracias por existir y por hacernos presumir de tener abuela.
Gracias Julieta.

Nos vemos en casa de la abuelita.


28-06-09