Chapeau por los de CIU, me quito el sombrero por su regularidad en términos futbolísticos y por su perserverancia y fidelidad. Se supone que han superado su peor crisis con el 'tsunami' d'Esquerra Republicana de Catalunya, que les arrebató todos los votos que pudo. De la mano del eterno Pujol y ahora de Mas, han sabido esperar y decir: 'Si, si, que pasen ahora que nosotros ya los veremos desfilar con los pies por delante'.
Me gustan los partidos polítcos que lo tienen claro, ahora y hace cincuenta años. Los políticos serios, con ideas más o menos estables y con saber estar. Ni les voto ni me representan, pero desde la tribuna observadora, debo reconocer que son el ejemplo para todos los políticos del mundo. Puede que el considerado 'nacionalismo modernado' sea el camino a seguir. Lo importante, en cualquier caso, continuar siempre el camino en linea recta y sin temblores.
En las elecciones de la caída de los nacionalismos, CIU ha mantenido el tipo, es más, ha crecido de 10 a 11 diputados.
Ole tus güevos.
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