miércoles, agosto 19, 2009

Benditas vacaciones


He vuelto de mis merecidas vacaciones, un mes entero. Debo agradecer a aquellos que en el siglo XIX lucharon por conseguir esta serie de derechos irrenunciables desde el momento en el que los pruebas. 1 mes de 12 sin trabajar dignifica a la especie y hace que todo tenga sentido.
Aunque mi cerebro no ha podido parar (tengo un problema) ha servido para conocer a Belay Lara Orta en persona y para pegarme una currada impresionante en mi tesis doctoral en la que me encuentro totalmente enganchado y casi obsesionado.
Quiero vivir en Calabuch rodeado de decadencia y pesimismo. Desde ya, pertenezco al Imperio Austrohúngaro, país al que corresponde el escudo impresionante de ahí arriba. Lo único que no me gusta de mi nuevo imperio es que no tiene selección de fútbol.
¿Sabíais que Sabina escribió un poema a Berlanga? Os lo regalo
DEL IMPERIO AUSTRO-HÚNGARO*
A Don Luis García Berlanga

Del imperio austro-húngaro, estreñido,
por falta de sonrisas verticales,
a Tombuctú, provincia del olvido,
partió don Luis, en bici de pedales.

Pero, si el arcabuz de cierta estrella
cegó a Pablo camino de damasco,
al olor de charanga con paella
no hay Berlanga que no tome del frasco.

Y acampó en Calabuch, dos o tres meses,
entre cristianos, moros de paisano
y falleras que follan con franceses,

Y, en plena mascletá, rezando un credo,
ante el altar de un culo valenciano,
se le escapo del alma: tengo miedo

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