Fue un partido de infarto. Feo, aburrido e injusto en la primera parte. Desesperante, de ensueño y con los ingredientes de las grandes finales en la segunda parte. El fútbol ha hecho Justicia y el Barça ha sido el mejor de Europa. El que más se lo ha creído, el que más ha sufrido y el que más seriedad y espectáculo ha ofrecido.
Faltan siete para igualar al Madrid, ¿Zapatero debió alzar la Copa? ¿Qué pintan los reyes con la Copa más republicana de la Historia?
Grandes imágenes de la final: Henry, un verdadero fenómeno, de cuclillas esperando a sacar un corner sacando el hígado por la boca. El hijo de Giuly besando la Copa, Iniesta en gallumbos y Víctor Valdes tocando el larguero cuando Belleti, el gran olvidado de la final, marca el gol de la victoria.
El fútbol, el talonario y el glamour sí ha sido injusto con Belleti, el bravo defensa que vino del Vila-Real. Él metió la pelotita en la portería.
A ningún enemigo le deseo lo que sentimos en el minuto 30 de la segunda parte, uno antes del gol de Eto'o... cuando se veía el partido palmado y la copa de color inglés.
Gracias al fútbol.
Gran ambiente en la Plaza de Luceros de Alicante, como ilustran las fotos. Lástima que, como siempre, cuatro capullos descerebrados mosquearan a la policia y casi cobrásemos justos aficionados al fútbol por pecadores.
Sevilla y Barça nos llevan a la Gloria.
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