Ya lo decía Yo, Amstrong drogadicto

Profunda conmoción para todos los seguidores del ciclismo. Vaya decepción. Era cierto, no eran máquinas subiendo montañas como si fueran motos. Me resisto a pensar que Induráin i Perico Delgado eran de esos. Déjenme que mantenga sus pósters colgados en la habitáción de los pisos de estudiante por los que he pasado. Pero Amstrong, eso no es normal. ¿Un tipo con cáncer (con todos los respetos), más quemado que la moto d'un chitano (con todos mis respetos) campeón siete veces del Tour? Ni de coña, vamos.
Lo único positivo de toda esta historia de drogas y cambios de sangre es que me animará a seguir pillando la bici. Y cuando me ahogue por la costera del Salt, pensaré que yo, al menos yo, no me drogo.